HOSPITAL
BRAULIO MOYANO
Fundado el 15 de marzo de 1854
Este hospital monovalente tiene en la actualidad 157 años
de existencia.
Por
Elena Luz González Bazán especial para Latitud
Periódico
25
de octubre del 2011
Como
venimos haciendo con otros hospitales, ya abordamos el Hospital
neuropsiquiátrico Tiburcio Borda, haremos en este caso
el Moyano para mujeres y el Tobar García para adolescentes
y jóvenes, en tercer lugar nos ocuparemos del Hospital
Alvear.
La
historia del Braulio Moyano es muy rica y tiene un nacimiento,
allá, cuando la patria aún intentaba enderezarse
con organización, constitución y leyes más
claras. Fue el primer hospital de asistencia monovalente de
las enfermedades mentales que se ocupó de la atención
a las mujeres con problemas de demencia, tal la idea de Tomasa
Vélez Sarsfield en 1852.
En la actualidad está bajo la órbita del gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires, desde 1994, con la reforma constitucional
y posteriormente la Constitución de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires.
Este
hospital primitivo tiene tres etapas para destacar:
El hospital primitivo: la concepción de Asilo.
Con el avance de la modernidad europea.
El ajuste de enfoques neuropsiquiátricos que estuvieron
en correspondencia con los avances científicos internacionales.
La primera tutora fue la Sociedad de las Damas de Beneficencia,
cuya presidente fue siempre la mujer del primer mandatario o
gobernador.
Luego pasa a la órbita de la nación y posteriormente
queda bajo la jurisdicción de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires.
Primera
etapa y la Sociedad de Beneficencia
Hacia 1852 es recompuesta la Sociedad de Damas de Beneficencia,
en tal sentido se les entrega en custodia y como tutoras al
novel Hospital de Mujeres y la Casa de los Espósitos,
que son los niños abandonados. En este sentido estas
instituciones mostraban la situación deplorable de las
mujeres y niños pobres, el desamparo, los pesares físicos
y el posterior camino a la alienación de muchas de ellas.
Las alienadas eran conducidas a la cárcel de mujeres
donde eran tratadas infaustamente.
En estas cárceles no había espacios de alojamiento
adecuados, contraponiéndolo con los hombres que sufrían
demencias o eran dementes, éstos, tenían sus patios
para dementes, las mujeres no. Es así que Tomasa Vélez
Sarsfield, vocal de la Sociedad, preocupada por esta situación
impulsa el nacimiento del hospital, hoy, Braulio Moyano.
El
otro componente de estos espacios hospitalarios eran los celadores,
generalmente crueles, quienes aplicaban los maltratos, sumados
a la indigencia, falta de cuidado, carencia en la asistencia.
Esta
era la situación de las clases desposeídas, marginadas
y empobrecidas, no pasaba, como es lógico analizar, con
las clases enriquecidas ya que estas tenían la posibilidad
de una asistencia domiciliaria o conventual.
El problema más grave también estaba en los enfermos
más ¨furiosos¨ así eran catalogados, a
estos enfermos se les imponía el aislamientos, las cadenas
y cepos, los baños fríos, el amansamiento que
consistía en golpes y dietas rigurosas, todo esto esencialmente
lo hacían los celadores.
El cuadro hacia 1822 era este, para el caso de los ¨calmos¨
o sea, posibles cuadros defectuales esquizofrénicos,
melancólicos y otros se los alojaban en los hospitales
generales como el Santa Catalina. Pero estos enfermos fueron
utilizados para tareas de servidumbre en las casas de familia
o asistentes en los hospitales, enfermería o en el caso
de las mujeres eran ocupadas por las ex presidiarias.
En
1852 la Sociedad de Beneficencia solicita al jefe de Policía
que las mujeres dementes no sean llevadas a la cárcel
de mujeres dementes (18 de mayo de 1852), de esta forma las
alojan en el hospital a su cargo.
Aceptada la medida son trasladadas otras 20 detenidas del sector
especial de la cárcel; así se crea el Patio de
Dementes para mujeres, fue un anexo al hospital porque los hombres
ya tenían el propio.
Tomasa
Vélez Sarfield solicita, en junio de 1852, al gobierno
la necesidad de crear una "Casa de dementes", y encomiendan
a la Sociedad Filantrópica que disponga de unos terrenos,
llamados "la convalecencia", y su acondicionamiento
a tal fin
La Sociedad Filantrópica tenía como presidente
al doctor Ventura Bosch. Las obras se inician en la parte alta
de la Convalecencia, en el verano de 1854.
El 15 de marzo de 1854 se inaugura y allí son trasladadas
60 enfermas; el 18 de marzo, por nota firmada por Ventura Bosch
se transfiere a la Sociedad de Damas, tomando posesión
definitiva el 23 de marzo de 1854.
La
Sociedad de Damas encarga a la Sociedad Filantrópica
la parte de ampliaciones y refacciones del lugar. Este es el
camino al actual Hospital Moyano, pero antes hospital
Neuropsiquiátrico modelo, a solo 50 anos de su creación
con la tutela de la Sociedad de Damas de la Beneficencia.
En 1863 el Hospicio de San Buenaventura (en honor a Ventura
Bosch), luego de las Mercedes y hoy Hospital Borda.
HUECOS
LEYENDAS EN LA SANTA MARÍA DEL BUEN AYRE
En 1910 Adolfo Carranza realizó un relevamiento de las
plazas y calles de la ciudad de Buenos Aires, sus nombres y
razones.
Estos huecos fueron el antecedente de las plazas, en el predio
del Moyano había un hueco y allí se edificó
el actual Hospital Braulio Moyano.
La Mítica Santa María del Buen Ayre estaba poblada
de leyendas y "huecos de ánimas, los "locos
mansos" transitaban las calles o las orillas del río;
fueron divertidos bufones de damas o señores o inadvertidos
ocupantes de habitaciones de terceros patios sombreados y de
higueras.
A
los "locos/as" excitados se les reservaban las cárceles
del Cabildo, a veces engrillados, otras encepados. Esto si eran
de clase baja o esclavos. Si eran mujeres de clase alta, tenían
la alternativa de las celdas de algún convento de clausura
y precisamente, por ser el de "las catalinas" (monjas
dominicanas de clausura) el primero en fundarse en Buenos Aires,
fue el receptor de delirios e histerias femeninas.
También
hubo locos famosos que ocuparon las páginas de la historia.
Ordenes o hermandades hospitalarias, entre ellas las de los
frailes Betlemitas, trataron y lograron ubicar dentro de la
ciudad espacios para la dilemática contención
de la locura y también fueron socorridos por esas órdenes,
verdaderas y numerosas "cortes de milagro" de ciegos,
tullidos, enfermos y mendigos, que pululaban por las calles
porteñas.
Por otro lado, el historiador Paul Groussac, relata que en el
año 1734, el vecino Don Ignacio Ceballos, dona a la Compañia
de Jesús un terreno en Los Andes de San Pedro y una amplia
finca en el sur de Buenos Aires. Ellos edificaron allí
la residencia de Belén hasta expulsión de los
jesuitas en el año 1767.
Acontecido
esto, los Betlemitas reclamaron las Lomas para sus obras; es
en este tiempo de los Betlemitas que las Lomas toman el nombre
de Convalecencia.
En tiempos de Rivadavia se comienza a pensar en un proyecto
de los hospicios (de hosped=huésped), pero sin duda no
era aún el Kairós, el momento adecuado. Llega
el gobierno de Rosas. Las Lomas serán ocupadas por los
cuarteles de Cuitiño (la mazorca) cuyas ruinas quedan
aún como reliquia histórica. Será luego
de Caseros cuando el proyecto largamente esperado se pone en
ejecución.
FUENTES:
Dr. Pablo Juan Parés – Sitio oficial del Hospital
Moyano – página del gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires – otros sitios.
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